ÁREA DE DESCANSO

ÁREA DE DESCANSO

¿Hay en nuestra realidad espacios para pensar, para sentirse, para vivir de manera activa? Si uno pasa a diario por la Gran Vía de Madrid, o cualquier calle equivalente en otra gran ciudad, sabe que la respuesta es no.

La realidad que nos rodea, está cada vez más diseñada, planeada para imponer unos criterios y para dificultar que podamos generar los nuestros. Una de las estrategias más habituales utilizadas con este fin, es el continium de información, si en algún tiempo la información se guardaba celosamente para el disfrute de unos pocos, el sistema actualmente es el contrario, el exceso de información nos satura paralizándonos.

Nos convertimos en receptores pasivos, porque no se nos deja tiempo material para reflexionar sobre la información que recibimos; en un día cualquiera, el exceso de estímulos informativos colapsa todas nuestras vías de comunicación con el entorno, generando que esa información no sufra ningún proceso reflexivo por nuestra parte.

Ante esta situación, Área de descano ofrece justamente espacios vacíos, un paréntesis en esa continuidad informativa, que genere un encuentro con nosotros mismos, un espacio que invierta el sentido de ese fluido pasivo en acto de proceso y facilité la reflexión, poniendo en evidencia el abuso al que nos vemos sometidos sin tenernos en cuenta.

El trabajo tiene dos partes, utilizando dos canales informativos muy habituales en nuestro cotidiano, los carteles publicitarios y los panfletos informativos que se reparte por las calles… realicé ambos completamente en negro, los primeros los coloqué en las líneas de metro 1, 2, 3, de la ciudad de Hamburgo y los segundos los repartí por las calles más comerciales de dicha ciudad. Sobre todo en la segunda parte, en la que el contacto con los receptores del trabajo fue directo, la sorpresa mezclada con el extrañamiento venía seguida, en muchas ocasiones, por una cara de aceptación y disfrute del guiño que yo lanzaba, la comunicación en dos direcciones era instantánea.